El papa Francisco recordó su viaje a Lampedusa en 2013, en el décimo aniversario de un hito en la visibilización del drama de los migrantes que buscan llegar a Europa al cruzar el Mar Mediterráneo.
«Con motivo de la celebración en recuerdo del 10 aniversario de la visita a Lampedusa, deseo enviarles, a los fieles de la Arquidiócesis, a las Autoridades ya los presentes, mi cordial saludo. Estoy cerca de vosotros con afecto, oración y aliento», planteó el pontífice en una carta enviada al arzobispo de Agrigento, Alessandro Damiano, organizador de las conmemoraciones.
Al recordar el que fue su primer viaje fuera de Roma como pontífice, Francisco sostuvo que «la muerte de inocentes, principalmente niños, en busca de una existencia más pacífica, alejada de las guerras y violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes».
Esa situación, para el Papa, «es la vergüenza de una sociedad que ya no sabe llorar y compadecerse del otro».