La crisis migratoria sigue golpeando duro en diferentes partes del mundo. La cuestión, con diversos matices y según las propias necesidades de cada país; se ha puesto sobre la mesa de negociaciones de un tiempo a esta parte. A nadie le escapa este problema que, con miles y miles de vidas de seres humanos en juego; se presenta (o así debería suceder) a tope de la agenda.
Con este marco, complejo y ciertamente proecupante; es que este domingo -en Túnez- la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Van der Leyen, y los primeros ministros de Italia y Países Bajos, Giorgia Meloni y Marc Rutte, firmaron un memorando de entendimiento.
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«Se ha acordado que Túnez protegerá mejor sus fronteras y abordará el tráfico de personas, a cambio de inversiones de la UE. Ese dinero está destinado a mejorar la economía tunecina», adelantó un portavoz del primer ministro saliente, Rutte, sin que en la rueda de prensa desde Túnez los tres responsables europeos aportaran más detalles.