Apenas el jueves pasado Estados Unidos hizo llegar a Ucrania municiones de bombas de racimo, las cuales se encuentran prohibidas en 110 países, pero que según la ONU, este tipo de armamento ya fue utilizado por Rusia en el conflicto que se extendió ya por más de 500 días. Durante la guerra Rusia-Ucrania, ya se usaron otros tipos de armas que se encuentran prohibidas, como municiones con uranio empobrecido y minas antipersona.
Cada una de estas armas es diferente entre sí, no sólo por el daño que causan, sino también por su mecanismo y componentes que las integran. Si algo comparten en común, es que todas están prohibidas de forma internacional por medio de tratados o leyes, y esto se debe a que su letalidad pone en peligro a civiles o pueden ser incluso un peligro para lo sociedad incluso post conflicto.
La semana pasada y a través de un comunicado del presidente estadounidense, Joe Biden, se confirmó que el país americano enviaría bombas de racimo a Ucrania, pese a que se tratara de una «decisión difícil» por el peligro que representan estos proyectiles. Esta acción se justificó bajo el pretexto de que las fuerzas ucranianas estaban bajas de municiones y que necesitarían de las mismas para recuperar su propio territorio durante la contraofensiva que se está llevando a cabo.