China está desplegando modernos sistemas de misiles cerca de Taiwán, país con el que tiene un fuerte conflicto siempre a punto de estallar. Dentro de la tecnología que dispone el gigante asiático hay proyectiles balísticos de alcance medio DF-17. Estos misiles pueden alcanzar objetivos a una distancia entre los 1800 y 2500 kilómetros. Los DF-17 pueden montarse en un vehículo de planeo hipersónico (HGV, por sus siglas en inglés).
De esta manera, estos dispositivos combinados con los proyectiles pueden quintuplicar la velocidad del sonido. Además, es un gran escudo contra los radares antiaéreos que tardan más tiempo en detectar estos misiles. «Con el despliegue del DF-17 en la Base 61 [de las fuerzas de misiles], el EPL pretende adquirir la capacidad de atacar bases y flotas militares extranjeras en el Pacífico Occidental», indica Kapil Kajal, un profesional de la compañía de inteligencia de defensa Janes Asia-Pacific.
El experto resalta que el DF-17 es un blanco muy difícil de neutralizar para los detectores antiaéreos estadounidenses como los THAAD, SM-3 y Patriot. Además, Kajal plantea que China podría usar sus misiles de corto y medio alcance desplegados hacia Taiwán en caso de que se desate un conflicto.
En este sentido, Decker Eveleth, investigador del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, expresó que «el problema es que muchos de los sistemas estadounidenses se encuentran fuera del alcance del DF-17». En consecuencia, estos proyectiles no podrían llegar hasta la base naval de Estados Unidos en Guam u otras establecidas en el Pacífico.
Por otra parte, los proyectiles antibuque y antiterrestre DF-26, que tienen un alcance de al menos 3000 kilómetros, sí podrían impactar contra las instalaciones estadounidenses. «Yo diría que es el misil más importante del arsenal [chino]. Están construyendo muchos. Es decir, se está fabricando un número impresionante de DF-26. Y podemos verlo, en parte, porque puedo mirar las instalaciones de producción y ver cómo salen los misiles», dijo Eveleth.